Skip to main content
Piezas de la roseta junto al pique, elemento que se utiliza para crearlo.

Las Islas Canarias destacan porque a lo largo de los siglos se han convertido en un crisol de culturas. La influencia de diferentes partes del mundo ha logrado que en el archipiélago surjan expresiones artísticas únicas. Ese es el caso del encaje de aguja que se popularizó en las islas. El calado y la roseta se convierten en los trabajos más realizados en el territorio, llegando a convertirse en algo único. En esta ocasión vamos a profundizar en la confección de la roseta.

Piezas de rosetas.

Bases de la roseta

Este encaje de aguja surge en Tenerife y se vuelve único por su técnica. A diferencia de otros calados, la roseta no necesita una tela base para ser creada.

En cambio, se utiliza una base llamada pique, se trata de una pieza circular acolchada sobre la que se clavan alfileres. Estos últimos se colocan en diferentes posiciones según el diseño que se quiera conseguir y a partir de ellos comienza el proceso.

Los hilos se van cruzando entre los alfileres para conseguir formas diferentes. Las artesanas pueden seguir patrones aprendidos o dejar volar su imaginación. Es por esto, por lo que se producen piezas artesanales únicas de gran valor.

Origen

Estas técnicas artesanas se conocían en occidente antes de la Conquista de los Árabes. Se desarrollaron a lo largo del Mediterráneo. Pero cuando llegó a Tenerife sufre una serie de cambios, creando así la roseta propiamente dicha.

Su nacimiento tiene lugar gracias a la influencia de diferentes culturas, a partir de las cuales se genera un estilo único en las islas Canarias. Se considera que los antecesores más cercanos a las rosetas son los conocidos como soles o ruedas en la Península Ibérica. Estos se realizaban a través del deshilado de una tela base.

Piezas de rosetas 3.

Historia en las islas

Cuando llegan este tipo de calado a Canarias desde la Península, las características de las islas provocaron ciertos cambios. Al ser más complicada la obtención de telas en las islas, se optó por la utilización de hilos para crear piezas. De esta forma surge la roseta, se comenzó a utilizar una base redonda, llamada pique. Este estilo se fue desarrollando hasta alcanzar el producto que llega a nuestros días.

Durante el siglo XIX la roseta se fue desarrollando en las islas como mantelería del hogar y de las iglesias. Se llegó incluso a utilizar incluso como moneda de cambio. Hasta que llegó un punto en el que comenzó a volverse popular, la roseta se comercializó por toda Europa y América, siendo un producto de moda en el momento.

La roseta en el mundo

La roseta llegó a diferentes partes del mundo. Con las diferentes olas migratorias de las Islas Canarias, esta técnica llegó a lugares como Latinoamérica o partes de Europa como Croacia. En este último lugar, la roseta está considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y es conocido como Motivi.

Mientras que, en Latinoamérica se le empezó a dar diferentes nombres a este trabajo. En Cuba, por ejemplo, se conoce como encaje de Tenerife; en Ñandutí, Venezuela, México y Brasil se llaman soles, por su parecido con el astro rey.

Resulta que en algunos sitios llegan a ser tan importantes que se han convertido en símbolos del país como en Paraguay o en Venezuela. Por otro lado, hay países de habla inglesa a los que también llega este encaje de aguja, en ellos recibe el nombre de Teneriffe Lace, Sun Lace o Sunny Lace.

Piezas de rosetas 2.

La roseta en la actualidad

Hoy en día la roseta es una práctica minoritaria que se desarrolla en Tenerife y Lanzarote aún, mientras que en las islas de Gran Canaria y Fuerteventura se ha perdido completamente. Con respecto a Tenerife se lleva a cabo sobre todo en el pueblo de Vilaflor de Chasna y la parte sur de la isla.

A pesar de que en el norte su creación fue muy extendida, se fue perdiendo con el tiempo y en la actualidad se mantiene solo en la Orotava y en La Laguna. Pero cabe destacar que en los últimos años se ha buscado resaltar este tipo de artesanía, dándole el valor que se merece.

Nosotros intentamos apoyar a este sector, en la Casa de los Balcones podrás encontrar estos trabajos realizados por artesanas de diferentes partes de la isla, ya que creemos que es muy importante mantener vivo este trabajo, que forma parte de nuestra cultura e historia.

Ir al contenido