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Los misterios de la Orotava

La Villa de la Orotava cuenta con más de cinco siglos de historia a sus espaldas. Por ello, en las calles de este bello lugar han sucedido innumerables acontecimientos históricos. Algunos de ellos no llegaron a tener explicación, creando cierto halo de misterio en diferentes ubicaciones de esta Villa. ¿Quieres saber más sobre los lugares y acontecimientos más misteriosos de la Villa de la Orotava? Sigue leyendo, hoy te traemos los misterios de la Orotava.

La Orotava y su relación con la muerte

 

La muerte siempre ha sido uno de los motivos que más inspiran a la hora de crear arte y cultura. La dificultad que conlleva aceptar que todo tiene su fin ha propiciado que surja una relación única. Los habitantes de la Orotava durante siglos han mantenido una relación muy estrecha con la muerte. Siempre se ha dado un gran valor al fallecimiento. Llegando a realizar todo un ritual que comienza con las campanas tocando la “llamada a los difuntos” (Melodía utilizada para avisar del fallecimiento de un vecino) y que busca acompañar a la familia en todo el recorrido. 

En diferentes lugares de la Orotava nos encontraremos la representación de la muerte. Si visitas la ermita de Santa Catalina podrás apreciar una decoración muy singular. La parte delantera de un cráneo humano se encuentra expuesto en una de las paredes, con la intención de recordar a los fieles que la muerte puede llegar en cualquier momento. Pero no es el único lugar donde las calaveras toman importancia. En la puerta del cuarto mortuorio de la Iglesia de San Juan también se representan cuatro calaveras con diferentes tocados, con las que querían mandar el mensaje de que da igual si eres rey o mendigo, al final terminamos todos igual.  

Campo santo o cementerio

 

Cuando hablamos de lugares misteriosos lo primero que se nos puede ocurrir es un cementerio. Un lugar siniestro plagado de almas en pena, al que acudir da cierto respeto. Pero, en el caso de la Villa de la Orotava nos encontramos con que sus habitantes hacen vida dentro del cementerio. Cargado de obras de arte en forma de lápidas, es un lugar de tránsito, donde se realizan eventos por el día de los difuntos, se llevan a cabo homenajes con la entrega de flores. De esta forma se crea cierta unión entre los vecinos y el campo santo, que comienza a formar parte de la vida habitual de los Villeros.

Misterios de la Orotava: Lápida de ángel

La Iglesia de la Concepción

 

Como todas las iglesias, el templo de la Concepción ha sido por mucho tiempo uno de los centros neurálgicos de la ciudad. En torno a ella se desarrollan y confluyen todo tipo de acontecimientos misteriosos o inquietantes. Esta iglesia guarda una gran relación con la muerte, muchos de sus elementos guardan relación con la propia. Comenzando desde el hecho de que su suelo está repleto de tumbas, de aquellos que se podían permitir pagar un espacio en una de las seis fosas del edificio. Además, encontramos numerosas representaciones de la muerte y elementos que están dirigidos a ella.

Misterios de la Orotava: Iglesia de la Concepción.

Y por otro lado, esta iglesia tuvo cierta relación con la masonería. En principio todo indica que existía gran rivalidad entre las dos partes. Pero, hay voces que señalan que esta iglesia contiene elementos que sutilmente hacen referencia a la masonería. Este hecho no se puede constatar debido a que los elementos que se destacan son utilizados tanto por la masonería como por la iglesia con el mismo significado.

La masonería en la Orotava y los Jardines de la Quinta Roja

 

La Orotava está muy ligada a la masonería, cuenta con un gran patrimonio en este ámbito. Recorriendo la ciudad podrás encontrar un sin fin de símbolos que hacen referencia a esta sociedad, como por ejemplo, en el interior de la Casa de los Balcones. Esto se debió a que durante el siglo XIX se creó una logia bajo el nombre de Taoro 90. Muchas de las personas más influyentes de la zona formaron parte de esta logia, como fue el Marqués de la Quinta Roja.  Fue por él que se crearon los Jardines Victoria o de la Quinta Roja. Todo se remonta a la enemistad que surgió entre la logia masónica y la iglesia cristiana.

Misterios de la Orotava: Mausoleo Marqués la Quinta Roja.
Iglesia vs masonería

Existieron grandes rivalidades, hasta el punto de que el cura del momento se negó a enterrar en el campo santo a Diego Ponte del Castillo. Cuentan que el Marqués se negó durante años a recibir al cura en su hogar, con la respuesta constante de “El señor no recibe”. Cuando falleció, el cura se posicionó en la puerta del cementerio y, con una cruz en la mano, negó el paso del féretro con las mismas palabras. Por esta ofensa, la madre de Diego Ponte del Castillo decidió crear un mausoleo en una finca que pertenecía a familia. Convirtiéndose en lo que hoy conocemos como los Jardines de la Quinta Roja.

Aunque finalmente nunca albergó los restos del Marqués de la Quinta Roja, estos jardines destacan por estar repletos de simbología masónica. A pesar de que la Marquesa solicitó que solo se incluyeran estos símbolos dentro del mausoleo.

La brujería y la fuente de los Maxios

 

La santería y lo mágico está muy relacionado con la isla. Eran muchas las mujeres que utilizaban los remedios y otras técnicas para curar diferentes males. En la Orotava no era menos, en su momento las creencias de la iglesia avalaron la existencia de la hechicería. Podemos encontrar diferentes documentos en los que se destaca este hecho. Por ejemplo, existe un acta de defunción de la parroquia donde se indica que la causa de fallecimiento de un niño fue que “lo chuparon las brujas” o un llamamiento público a que la sociedad se reuniera en torno a la Iglesia de la Concepción para presenciar la excomulgación de tres brujas.

Existe la leyenda de que en la Fuente Vieja o Fuente de los Maxios vive un espíritu. En torno a esta fuente hay dos teorías: La primera asegura que una bruja que fue quemada maldijo la fuente, mientras que otra atribuye el espíritu a un origen guanche.

Misterios de la Orotava: fuente

Monasterio de San Francisco

 

Este lugar guarda un inquietante aura. Hoy en día es el tanatorio de la Villa, pero anteriormente se ha utilizado como monasterio y hospital. Durante mucho tiempo fue el receptor de muchos recién nacidos que no podían ser cuidados por sus familias. Pero nunca se llegaron a escuchar las voces de los niños que allí crecieron. También, encontramos relatos que cuenta como un vecino de la Villa resucitó: “Dios […] hirió de muerte al caballero con una enfermedad tan peligrosa que, a los pocos días, le puso en el extremo de su vida […] cuando menos lo esperaban abrió los ojos con viveza[…] el caballero volvió al mundo a descargar su culpa, y a las pocas horas murió”.

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