La Escultura en Canarias
En la escultura, el artista puede modelar el barro, tallar la piedra, la madera o incluso otros materiales, siempre con el fin último de crear una pieza mediante la creación de volúmenes y conformando espacios (vaciado).
El proceso de creación de una pieza escultórica es complejo y requiere de mucha dedicación, delicadeza y tiempo. Cada pieza realizada por el mismo autor, es única e irrepetible.
La escultura no consiste en el simple labrado de la forma de una cosa, sino el labrado de su efecto.
En las islas hemos tenido la gran suerte de contar con grandes escultores. Entre ellos, se encuentran personajes como Luján Pérez, Fernando Estévez y Ezequiel de León, de los que hablaremos a continuación.
José Miguel Luján Pérez
José Miguel Luján Pérez, natural de Guía, en Las Palmas de Gran Canaria, está considerado como la figura principal en la escultura barroca Canaria, siendo el imaginero con mayor proyección en este tipo de modalidad artística. Debido a su gran destreza, habilidad y conocimientos, decide en su madurez inaugurar una escuela, en la cual formaría a muchas de las figuras escultóricas más relevantes de las islas, entre ellas se encuentra Fernando Estévez y Ezequiel de León.

Fernando Estévez

Fernando Estévez, discípulo de Luján Pérez, fue un imaginero, máximo representante del neoclasicismo en las islas, conocido por haber realizado la imagen de Nuestra Señora de Candelaria y paisano de La Villa de La Orotava. Desde pequeño, demostró grandes habilidades artísticas relacionadas a la platería, pues su padre poseía un taller de platería, pero destacó aún más en diseño. Su formación no acabó en la escuela de Luján Pérez, también asistió a la Academia de Arquitectura. Al ser tan habilidoso, llegando a crear su propio estilo, se le llegó a considerar un “aventajado”.
Ezequiel de León Domínguez
Ezequiel de León Domínguez fue un escultor y restaurador religioso muy popular en el archipiélago canario, que, al igual que Fernando Estévez, asistió a la Escuela de Arte Luján Pérez. Entre sus restauraciones más reconocidas, destacan el Ecce Homo, en la Catedral de San Cristóbal de La Laguna, y la Virgen de Candelaria, en la Basílica de la Villa Mariana de Candelaria. Sin embargo, también fue creador de numerosas esculturas, pues, en muchas ocasiones, las originales eran irreparables. Además, sus obras llegaron a estar presentes en multitud de países como, por ejemplo, Italia, Estados Unidos y Venezuela. Como consecuencia de sus grandes logros, llegó a ser nombrado Hijo Ilustre de Tenerife, Villero de Honor de La Orotava y Miembro de Honor de la Hermandad de la Vera Cruz de Sevilla, pues allí cursó un grado en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, y participó en diversas restauraciones.

Ezequiel de León Cruz
El legado de este artista orotavense llega a nuestros días de la mano de su hijo, Ezequiel de León Cruz, quien nos regala una porción de arte mediante la realización de alfombras de tierra y flor que tapizan las calles de la Orotava en fechas señaladas. Nosotros hemos tenido el gran honor de acoger algunas de sus piezas en nuestra terraza con vistas al padre Teide.


En definitiva, Canarias ha sido cuna de grandes artistas que, a través de sus obras y sus acciones, dejaron huella no solo en Canarias, sino también en países lejanos, demostrando una vez más la riqueza cultural de las islas y su influencia en el exterior del archipiélago. Es por ello que estos tres escultores fueron importantes representantes del arte en Canarias, y se convirtieron en personajes históricos de suma importancia para nuestra cultura.
A continuación, en el siguiente vídeo puedes ver algunas de las obras de José Miguel Luján Pérez:
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Escultura
https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Miguel_Luj%C3%A1n_P%C3%A9rez
https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Est%C3%A9vez
https://es.wikipedia.org/wiki/Ezequiel_de_Le%C3%B3n_Dom%C3%ADnguez