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En cada haz de hilo que la fina aguja agrupa o separa, haciendo caminitos en el vacío y sembrándolos de estrellas y filigranas, es muy cansada la tarea, es bello el resultado, un
fino arte popular.

El calado canario en la Casa de los Balcones tiene una gran importancia. Este destaca por ser una de las obras de artesanía más minuciosa que se realizan en las islas. El calado canario es un arte único que necesita una gran paciencia y técnica para poder desarrollarse. Cuenta con un estilo propio de Canarias que no se encuentra de manera exacta en otro lugar. Estos calados han perdurado a lo largo del tiempo y han ido pasado de una generación a otra. Además, cada vez son más valorados por su dificultad a la hora de confeccionarlos y la disminución de caladoras.

Origen del calado canario

El origen de esta artesanía tradicional no está del todo claro. Las influencias parecen provenir de Portugal, Andalucía y Extremadura, pero también existen conexiones con otras partes de Europa. Pero, todos estos influjos se entrelazan para crear un estilo único que recibe el nombre de calado canario.

Por otro lado, destaca la conexión que existe entre Portugal, Madeira y las Islas Canarias, ya que estas últimas eran un punto de paso entre Europa y América, ocasionando así una comunicación entre ellas.

También podemos encontrar fotografías en las que se aprecia que los campesinos de la época, en su tiempo libre, se dedicaban a realizar los calados. Esta actividad fue evolucionando junto con la población y surgió el calado canario, con su estilo propio. Incluso, entre distintos lugares de las islas se puede encontrar diferentes estilos de calado. Cada municipio o isla desarrolla un proceso único a la hora de confeccionar estas obras de artesanía.

Relación entre el calado y los trabajos de la madera

Tras realizar algunas investigaciones, se ha descubierto cierta relación entre los trabajos que ejecutaban los artesanos de la madera y el calado. Los patrones que se llevaban a cabo en las dos actividades llegan a coincidir de manera exacta. Tal vez, el motivo  puede ser que en la Orotava se reunieron artesanos de la madera con origen portugués que, a su vez, tienen relación con las caladoras de la zona. Estas últimas solían ser las hijas o esposas de los artesanos. Por ello, se llega a suponer que un tipo de artesanía pudo ser inspiración para la otra.

El calado canario en la Casa de los Balcones

Poco a poco el calado fue tejiendo historia: El calado canario en la Casa de los Balcones siempre ha tenido una gran importancia. Este producto se ha convertido en uno de los pilares de este conjunto histórico. La relación de la Casa de los Balcones con el calado se remonta a los años 40.

Todo empezó cuando la madre del actual propietario de la casa, Doña Eladia Machado, creó su propio espacio dedicado al calado. Doña Eladia Machado supo ver una oportunidad en el arte del calado y decidió producir un taller escuela. Así, empezó en la casa que hoy el día se conoce como la Casa Eladia Machado, la Casa de Molina en el momento.

Creación del negocio

Así, comenzó a reunir a las mejores caladoras de la Villa y originó un comercio para el turista. De esta forma, empezó a ofrecer un recuerdo único hecho de manera artesanal para los turistas. Utilizó el propio zaguán de la casa para comenzar a enseñar el arte del calado a las mujeres de la Orotava para contar con más calados que poder vender. Al final, creó un sistema de comercio y organizó a todas las caladoras de la zona, fue capaz de tener una visión comercial. Y junto a ello, logró que perdurara este arte a través de la enseñanza.

Tras un par de años, doña Eladia Machado contaba con más de 300 caladoras a su cargo. Las alumnas que se formaron con ella trabajaron durante años para la Casa de los Balcones. Con el avance del tiempo y el turismo, la venta de calado canario fue avanzando y adaptándose. Tiempo después, el trabajo del calado pasó a la actual Casa de los Balcones. Se empleó la parte derecha de la planta baja para generar lo que hoy en día se considera el Templo del Calado en la casa.

Durante un tiempo en la visita a la Casa de los Balcones podías presenciar cómo se calaba.En la actualidad esta labor ya no se realiza en la casa, pero se mantiene la importancia del calado. A día de hoy las caladoras siguen vendiendo a través de la Casa de los Balcones y se guardan las piezas más valoradas.

Te mostramos un pequeño ejemplo de los manteles calados que puedes encontrar en la casa:

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