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Una vez que se atraviesa la imponente puerta de entrada a la Casa de los Balcones y se cruza el zaguán en dirección al patio, nos encontramos con dos amplios corredores que forman una “L” en los que, entre muchas otras peculiaridades destaca, al mirar al lado izquierdo, la escalera de caracol.

Esta original escalera de caracol, que desde el patio comunica con las otras dos plantas de la casa, destaca principalmente por su eje central, de una sola robusta pieza de madera de tea, de 11,10 metros de altura y grosor uniforme de 16,5 cm. de diámetro. Si a esto sumamos unos cuantos metros enterrados en el suelo para dar solidez a la estructura, podemos hacernos una idea de la gran altura de los antiguos pinos de tea canarios.

Escalera de caracol de madera de tea canaria

La escalera de caracol, y en general toda la carpintería de esta casa, representan una auténtica exhibición de esta madera, difícil de tallar pero utilizada por los mejores maestros carpinteros de la época por su resistencia y belleza que se mantiene a través del tiempo. En esta casa, con sus ya casi 400 años de historia, jamás se ha pintado ni tratado la madera y aún continúa destilando resina.

Se accede a la escalera desde el patio central y desde una de las habitaciones delanteras, y ambos accesos presentan puertas con cerraduras. Son 21 los escalones o peldaños para subir a la segunda planta, haciendo casi dos giros completos lo que resulta ligeramente abrumador para quienes suben por ella la primera vez.

Además, este primer tramo está cerrado con paredes de ladrillos de barro rojo y piedra muerta (piedra volcánica o zahorra) y finalmente enjalbegada. Se mantuvieron 6 ventanillos con celosías de madera para ventilación y claridad. Al final de este tramo, un mínimo rellano en el que una vez más una puerta da acceso, esta vez, a la hermosa balconada.

El segundo tramo, que lleva hasta la tercera planta presenta las mismas características del primero, tanto en número de peldaños como en sus peculiares casi dos giros, pero esta vez lo que encierra la escalera es todo celosía. En este punto, llegamos a la balconada de la tercera planta, en la que terminan los peldaños, pero el eje de madera de tea sobresale aún 1,60 metros por encima del último de ellos.

¡Te esperamos en La Orotava!

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