La cerámica es en arqueología un fósil característico que nos guía y al mismo tiempo define las culturas que son motivo de estudio.
En la prehistoria canaria, el uso de la cerámica era muy variado y funcional, al mismo tiempo que tenía que ver con todo lo relacionado con lo doméstico y alimenticio, cuya procedencia se asegura que era norteafricana, con origen bereber (Jorge Godoy, S., et al; 2002).
La mayoría de estos utensilios, eran toscos y estaban elaborados con arcillas que provenían de los suelos volcánicos. La técnica fundamental con la que se elaboraba la cerámica perdura hoy en día en algunos pueblos bereberes del norte de áfrica. Recibe el nombre de urdido y tiene que ver con el levantamiento de las paredes del recipiente con cordones o cilindros de barro, a partir de un fondo plano y circular.
En algunas islas, se ornamentaban también con diversos motivos geométricos hechos con pintura roja, negra y/o blanca. Los aborígenes canarios cocían el barro al aire libre, en un hoyo o tierra, o con un horno hoguera con unas temperaturas no muy elevadas ( 650-900º C) que daban lugar a la fragilidad y porosidad características de la cerámica del Archipiélago Canario.

Pese a los pocos estudios dedicados a las cerámicas y las pintaderas (Godoy et al. 2002), varios han sido los investigadores que han apreciado las evidentes semejanzas entre los elementos presentes en las cerámicas y las pintaderas; pero también de éstos con los de las pinturas rupestres y los de algunos escudos que portaban los canarios (según señalan las fuentes etnohistóricas), especialmente con los de la Cueva Pintada de Gáldar (Gran Canaria).
Además, estudios indican que existe una clara diferencia en la forma de las vasijas de cerámica entre las diversas islas.
De los comentarios precedentes se hace evidente que con toda probabilidad los primeros colonos trajeron consigo un conocimiento del arte de hacer cerámica. Pero en cada isla, su forma y decoración seguía un modelo propio, aunque podemos observar que en Fuerteventura y otras islas, donde la técnica de la incisión era común, la decoración se limitaba generalmente a la parte superior del recipiente, como en la cerámica neolítica del norte de África (González Cruz, M. I. (2011).
González Cruz (2011) plantea que la loza de Gran Canaria puede ser de origen indígena o del resultado de la inmigración de un pueblo de un grado superior de civilización, ya que presenta un avance muy marcado en comparación con las vasijas de otras islas.

La cerámica actual con reproducciones de pintaderas canarias
Actualmente, en la Casa de Los Balcones se venden cerámicas modernas hechas por artesanos, donde se reproduce algunos dibujos de pintaderas canarias, en honor a los aborígenes canarios.
Se trata de un producto hecho a mano -y con la ayuda de un torno- por los ceramistas de La Casa Eladia Machado.